jueves, 28 de octubre de 2010

No sé como te atreves

Ahora sé, que nos parecemos
ahora parece que se que tú y yo somos igual
aunque sé que no me lo merezco
he venido a pedirte otra oportunidad.

No sé como te atreves
a venir a decir que me quieres
cuando yo te he suplicado muchas
veces y jamas me hiciste caso.

No sé como puedes atreverte
a venir a pedirme que te acepte
cuando tu no has aceptado
ni una sola de las cosas que te digo.

Ahora sé lo mucho que te quiero
y ahora quiero que tu digas que me quieres igual
y aunque no puedo decir que lo siento
ahora siento que por fin puedo decir la verdad.

No sé como te atreves
a venir a decir que me quieres
cuando yo te he suplicado muchas
veces y jamas me hiciste caso.

No sé como puedes atreverte
a venir a pedirme que te acepte
cuando tu no has aceptado
ni una sola de las cosas que te digo.

miércoles, 6 de octubre de 2010

UN MES

Bueno, bueno, bueno, ya ha pasado un mes desde aquel día en el que decidí hacer un cambio en mi vida, en el que decidí ver la vida de otra manera y en el que miré por mi salud y por la de los que me rodean. Hace ya un mes que dejé de fumar.
La verdad que la experiencia vivida en estas semanas ha sido bastante dura y he de confesar que algún día que otro he caído en la tentación de fumarme uno y me lo he fumado, pero creo que al principio es muy difícil dejar de hacer algo que llevas haciendo 17 años. Yo me quedo con que aún a pesar de que me he fumado un cigarro, he sido capaz de seguir adelante con mi decisión de dejarlo para siempre y que para mí era necesario pasar por ese cigarrito para darme cuenta de que en realidad todo está en la mente y que esa necesidad no era real.
Lo peor lo pasé en la segunda semana, el mono era insoportable, las ansias por coger un cigarro peor, el humor de perros me invadía, era otra persona, nerviosa a más no poder, irritable, insoportable, menos mal que avisé de que podía pasar por ese estado a algunos de mis más allegados.
Después están los fines de semana, las copitas, el salir con amigos que son fumadores, todo eso me cuesta más que la segunda semana de mono que pasé, en estas situaciones es cuando más me apetece y cuando se enciende el monstruo que llevo dentro que me pide a gritos una sola calada y que intenta convencerme de que no va a pasar nada si le doy una. Aquí es cuando más lucho, cuando más me recuerdo a mí misma por qué dejé de fumar.
Aún me queda un duro camino que recorrer, pero sé que va a merecer la pena.

Hoy cumplo UN MES de mi nueva vida y la verdad que es la mejor decisión que he tomado nunca, al menos por ahora.